Autoconsumo solar en comunidades de vecinos: guía para ahorrar

¿Cómo funciona el autoconsumo solar para comunidades?

Es más fácil de lo que parece. El autoconsumo solar para comunidades de vecinos, también llamado autoconsumo compartido o colectivo, es simplemente instalar placas solares en el tejado o en zonas comunes del edificio para que la energía que generan la aprovechéis entre varios vecinos y, a veces, también para los consumos comunes del edificio (ascensor, luces de escalera, etc.).

En lugar de que cada uno se ponga sus placas, se hace una instalación más grande y se comparte. Es como tener vuestra propia mini-central eléctrica en el tejado.

La idea es generar vuestra propia electricidad limpia durante el día y así reducir un montón lo que le compráis a la compañía eléctrica.

Ventajas del autoconsumo solar en comunidades

Te entiendo, cualquier cambio en una comunidad parece una montaña. Pero créeme, las ventajas del autoconsumo compartido son para pensárselo muy seriamente:

Ahorro en la factura de la luz

Esta es la estrella, ¡claro! Al generar vuestra propia energía, cada vecino que participa verá cómo su factura de la luz baja considerablemente. Además, si se usa para los servicios comunes, la cuota de la comunidad también puede reducirse. ¡Doble ahorro!

Puedes hacerte una idea del potencial en mi artículo sobre cómo ahorrar con autoconsumo solar, pero imagina eso multiplicado por varios vecinos.

Energía limpia y sostenible para todos

Estaréis produciendo energía 100% renovable. Esto no solo es bueno para el planeta (que ya es mucho), sino que también os hace sentir parte de la solución. Cada kilovatio generado en vuestro tejado es un kilovatio menos de energía sucia.

Tu piso valdrá más

Un edificio con una instalación de autoconsumo solar es más atractivo. Si algún día decides vender o alquilar tu piso, tener placas solares es un puntazo a tu favor. ¡Revaloriza el inmueble!

Menos sustos con las subidas de la luz

Al depender menos de la red eléctrica y de sus precios cambiantes, tendréis más estabilidad en vuestros gastos energéticos. Producir vuestra propia energía os da un mayor control.

¿Cuántos vecinos tienen que estar de acuerdo?

La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) es tu aliada. Para instalar placas solares de autoconsumo, la cosa ha mejorado mucho:

• Para uso privativo (beneficio individual de los que se apuntan)
• Se necesita el voto favorable de un tercio de los propietarios que representen, a su vez, un tercio de las cuotas de participación.
• Los que no quieran, no pagan la instalación ni se benefician (salvo que se sumen después)
• Para uso común (beneficio para servicios comunes del edificio)
• Se requiere el voto favorable de la mayoría de los propietarios que, a su vez, representen la mayoría de las cuotas de participación.
• Si el coste repercutido anualmente (descontando subvenciones) es alto (supera nueve mensualidades de gastos comunes), bastará con el voto de un tercio, y solo pagarán los que votaron a favor.

Conocer estos mínimos ayuda a desbloquear la situación. La normativa específica la puedes consultar en mi guía sobre normativa de autoconsumo solar actualizada.

Los pasos para tener vuestras placas solares

Una vez que tenéis el “sí” de la mayoría necesaria, ¡empieza lo bueno! Aquí te resumo los pasos clave, aunque te conviene consultar esta guía de instalación de autoconsumo solar.

1. Estudio de viabilidad y presupuesto personalizado: Lo primero es ver si vuestro tejado es apto, cuántas placas caben, cuánta energía podéis generar y, claro, cuánto va a costar.
2. La votación definitiva en junta: Con los presupuestos y el estudio en la mano, se convoca una junta para aprobar la instalación, el reparto de costes y la forma de financiación. Es crucial que el acta de la reunión refleje claramente todos los acuerdos.
3. Elegir la empresa instaladora: ¡Importantísimo! No os quedéis con la primera que aparezca. Hay que comparar calidad de los materiales, garantías, experiencia en comunidades…
4. Papeleo, trámites y permisos: La empresa instaladora se suele encargar de la mayoría, pero hay que estar al tanto. El administrador de fincas también puede supervisar este proceso.
5. Definir el reparto de la energía (¡y los ahorros!): Esto hay que dejarlo claro desde el principio en el acuerdo comunitario. ¿Cómo se va a repartir la energía generada entre los vecinos que participan? Hay varias formas:
• Coeficiente de participación fijo: Se asigna energía según la cuota de participación de cada piso en la comunidad. Es sencillo si las viviendas son similares en tamaño y consumo.
• Según la potencia contratada: Los vecinos con mayor potencia contratada (que suelen consumir más) reciben una porción mayor de la energía generada. Puede ser más justo si hay mucha disparidad.
• A partes iguales: Todos los participantes reciben la misma cantidad de energía. Simple, pero puede no ajustarse a los consumos reales.
• Acuerdo libre y dinámico: Se pueden establecer criterios más complejos, incluso que varíen en el tiempo, aunque esto requiere más gestión.

Consejo

Lo más común y sencillo suele ser un reparto fijo o por potencia. También hay que acordar cómo se gestiona la compensación de excedentes, que es la energía que os sobra y vertéis a la red, por la que vuestra comercializadora os puede pagar o descontar de la factura.

91 330 97 05

¿Cuánto cuesta el autoconsumo y cómo lo pagamos en la comunidad?

El precio del autoconsumo solar para una comunidad es más alto que para una vivienda unifamiliar, lógicamente, porque la instalación es más grande. Pero aquí viene la magia: al repartir el coste entre varios, el desembolso individual por vecino suele ser bastante menor que si cada uno se pusiera placas por su cuenta.

¿De qué depende el precio final?

• Tamaño de la instalación: Cuantas más placas, más potencia y, generalmente, mayor inversión inicial (aunque el precio por kWp suele bajar en instalaciones grandes).
• Calidad de los componentes: Placas, inversores, estructuras…
• Complejidad del montaje: Tipo de tejado, accesibilidad, etc.
• Trámites y legalización.

¿Cómo se financia en la comunidad?

• Derrama: Es lo más habitual. Se calcula el coste total y se divide entre los vecinos participantes según el criterio acordado.
• Financiación bancaria: Algunas empresas instaladoras ofrecen opciones de financiación, o la propia comunidad puede solicitar un préstamo.
• Fondos propios de la comunidad: Si hay remanente, se puede usar una parte (si se ha aprobado para este fin).

¡Importantísimo! No os olvidéis de las subvenciones

Existen ayudas y subvenciones para el autoconsumo solar a nivel estatal, autonómico y a veces local. ¡Pueden reducir muchísimo el coste de la inversión! Informarse bien sobre esto es clave. Yo te puedo poner al día sobre las ayudas disponibles en tu zona y ayudaros con la tramitación.

Propiedad de la instalación: ¿de quién son las placas?

Normalmente, la instalación fotovoltaica se considera un elemento común de la comunidad de propietarios, aunque su uso y beneficio esté destinado a los vecinos que han participado en su financiación. Esto debe quedar reflejado en el acuerdo de la junta. Los costes de reparación o sustitución futuros también se repartirían entre los participantes.