Actualización: 17 de junio de 2025 ¿Te imaginas poder cosechar lechugas y kilovatios en la misma hectárea? Parece ciencia ficción, pero es exactamente la solución que propone la agrovoltaica. En un mundo donde el suelo es un recurso limitado y valioso, surge la pregunta: ¿lo usamos para cultivar comida o para generar energía? Aquí te voy a contar qué es la agrovoltaica y cómo esta increíble innovación responde a esa pregunta con un “¡ambas cosas a la vez!”.
Definiendo la agrovoltaica: mucho más que placas en el campo
Dicho de la forma más simple posible, la agrovoltaica (o agrivoltaica) es la práctica de usar un mismo terreno para producir alimentos y generar energía solar al mismo tiempo. Es un sistema de doble uso del suelo.
¡Ojo! No debemos confundirlo con una instalación de autoconsumo para agricultura tradicional, donde se ponen las placas en los tejados de las naves o en un trozo de terreno que no se usa. La clave de la agrovoltaica es que los paneles solares y los cultivos conviven en el mismo espacio, interactuando y, como veremos, ayudándose mutuamente.
¿Cómo funciona esta simbiosis en la práctica?
La magia de la agrovoltaica reside en un diseño inteligente que permite que la agricultura y la generación de energía no solo coexistan, sino que se beneficien la una de la otra. Esto se logra principalmente a través de dos factores: el diseño de las estructuras y la gestión de la luz.
Estructuras elevadas y espaciadas
A diferencia de una planta solar convencional donde los paneles están bajos y juntos, en los sistemas agrovoltaicos los paneles agrovoltaicos se montan en estructuras más altas y separadas entre sí. Esto es fundamental para:
- Permitir que la maquinaria agrícola (tractores, cosechadoras) pueda pasar y trabajar por debajo sin problemas.
- Dejar que suficiente luz solar llegue a los cultivos que crecen bajo los paneles.
El arte de compartir la luz del sol
Aquí está el corazón del concepto. Podrías pensar que si los paneles tapan el sol, el cultivo no crecerá. Pero la realidad es que muchos cultivos no necesitan (o incluso no quieren) el 100% de la radiación solar directa durante todo el día. El sistema se diseña para crear un equilibrio:
- Los paneles capturan una parte de la luz para generar electricidad.
- El resto de la luz se filtra entre ellos y llega a las plantas para que hagan la fotosíntesis.
Es un reparto inteligente que optimiza el recurso más valioso que tenemos: el sol.
La creación de un microclima beneficioso
Este es uno de los beneficios más sorprendentes y valiosos. La sombra parcial que proyectan los paneles crea un microclima bajo ellos que puede ser increíblemente positivo para los cultivos:
- Reduce el estrés por calor: en los días más calurosos del verano, la sombra protege a las plantas del sol abrasador, evitando que se “quemen”.
- Conserva la humedad del suelo: al haber menos sol directo, se reduce la evaporación del agua. ¡Esto puede significar un ahorro de agua de riego de hasta un 20-30%!
- Protección contra inclemencias: las estructuras pueden proteger los cultivos de granizadas fuertes o de heladas nocturnas al retener parte del calor del suelo.
Beneficios de la agrovoltaica
La energía agrovoltaica no solo es una idea ingeniosa, sino que genera beneficios en múltiples frentes, desde el bolsillo del agricultor hasta la salud del planeta.
Para el agricultor: doble cosecha, doble rentabilidad
- Doble fuente de ingresos: el agricultor obtiene ingresos por la venta de sus productos agrícolas y, además, por la venta de la electricidad generada o por el ahorro que le supone en su propio consumo.
- Mejora de la productividad de ciertos cultivos: como hemos visto, algunos cultivos prosperan mejor con algo de sombra y menos estrés hídrico, lo que puede aumentar su calidad y rendimiento.
- Mayor resiliencia ante el cambio climático: la protección contra sequías y olas de calor hace que las cosechas sean más estables y seguras.
Para el suelo y el medio ambiente: optimización del terreno
- Uso más eficiente del suelo: se evita el debate de si dedicar un terreno a la agricultura o a la energía. Se hacen ambas cosas, duplicando la productividad de cada hectárea.
- Freno a la desertificación: al conservar la humedad y reducir la erosión, ayuda a mantener la salud y la fertilidad del suelo.
- Generación de energía limpia y distribuida: reduce la necesidad de grandes plantas energéticas centralizadas y fomenta un modelo más sostenible.
¿Pensando en dar el paso?
La agrovoltaica es una inversión de futuro que optimiza tu terreno como nunca antes. Pero, como en toda instalación que genera electricidad, elegir la tarifa correcta para gestionar tus excedentes o tu consumo de la red es un factor que puede marcar la diferencia en la rentabilidad. Si necesitas ayuda para encontrar la mejor tarifa solar para tu proyecto, llámanos gratis y te asesoraremos.
91 330 97 05 ¿Qué cultivos son los candidatos ideales para la agrovoltaica?
No todos los cultivos reaccionan igual a la sombra parcial. La investigación ha demostrado que los sistemas agrovoltaicos son especialmente beneficiosos para:
- Hortalizas de hoja verde: lechugas, espinacas, acelgas… prosperan de maravilla con un poco de sombra que las protege del sol más duro.
- Tubérculos y raíces: patatas, zanahorias o rábanos también muestran buenos resultados.
- Frutos del bosque y bayas: fresas, frambuesas o arándanos son muy sensibles al calor extremo, y la protección de los paneles les sienta genial.
- Pastos para ganado: la agrovoltaica también se puede combinar con la ganadería. Los paneles ofrecen sombra al ganado, mejorando su bienestar, y los pastos bajo ellos se mantienen más verdes y durante más tiempo.
Por otro lado, cultivos que necesitan una exposición solar masiva y directa, como el maíz o el girasol, podrían no ser los candidatos más adecuados, aunque la investigación sigue avanzando para adaptar los diseños a todo tipo de plantas.
Retos y consideraciones a tener en cuenta
Aunque la agrovoltaica suena idílica, es importante ser realistas y conocer sus desafíos:
- Coste de inversión inicial más alto: las estructuras elevadas y la ingeniería de un sistema agrovoltaico son más complejas y caras que las de una planta solar en suelo convencional.
- Complejidad en el diseño y la gestión: requiere un conocimiento profundo tanto de ingeniería fotovoltaica como de agronomía para diseñar un sistema que equilibre perfectamente las necesidades de luz de los paneles y de los cultivos.
- Necesidad de ayudas y regulación: para que sea una opción viable a gran escala, es fundamental que existan marcos regulatorios claros y ayudas para agrovoltaica que incentiven estas instalaciones de mayor coste.
Preguntas frecuentes sobre qué es la agrovoltaica
¿Cuál es la principal diferencia entre la agrovoltaica y poner placas en mi granja?
▲La diferencia clave es el uso del suelo. En el autoconsumo agrícola tradicional, usas espacios no productivos (tejados, lindes). En la agrovoltaica, compartes el mismo terreno productivo para cultivar y generar energía simultáneamente, creando una simbiosis entre los paneles y los cultivos.
¿Los paneles de un sistema agrovoltaico siempre reducen la cosecha?
▼No necesariamente. Aunque hay un reparto de la luz solar, en muchos cultivos sensibles al calor o a la sequía, el efecto protector de los paneles (creando un microclima más fresco y húmedo) puede compensar la menor luz y, en algunos casos, incluso mejorar la calidad y el rendimiento de la cosecha.
¿La energía agrovoltaica es solo para grandes explotaciones?
▼Aunque los proyectos más visibles suelen ser grandes, la tecnología es escalable. Se pueden diseñar sistemas agrovoltaicos más pequeños para explotaciones familiares o huertos que quieran optimizar al máximo su terreno y sus recursos. La viabilidad dependerá del coste y de las ayudas disponibles.
¿Puedo usar la agrovoltaica con ganado en lugar de cultivos?
▼¡Sí! Se conoce como "silvopastoreo con energía solar". Los paneles proporcionan sombra muy valiosa para los animales (ovejas, vacas...), lo que reduce su estrés térmico y mejora su bienestar. A cambio, el ganado ayuda a mantener la hierba bajo los paneles controlada de forma natural.
